La reforma agraria es mencionada frecuentemente como una especie de panacea para los problemas del país. Como una herramienta que sirve no solo para hacer justicia sino para hacer mucho más próspera la economía colombiana. Sin embargo las cosas no son tan sencillas como parecen.
Es necesario, sin duda alguna, devolver las tierras que los narcotraficantes y los grupos armados le han arrebatado a los campesinos, pero hacer una redistribución total de la tierra podría ser contraproducente. Examinemos primero la proporción del PIB que representa la agricultura como actividad economica. Según el DANE en 2008 la agricultura solo representó el 8.5% del PIB. ¿Valdría la pena hacer una reforma (que sin dudas traería una gran inseguridad jurídica) por una actividad que tiene tan exigua participación?.
Por otro lado, generalmente se argumenta que una reforma agraria mitigaría la gran desigualdad de nuestro país. Al respecto y sobre la política agraria que prometía Gustavo Petro en las elecciones escribía Federico Ramírez en "La silla vacía":
En primer lugar, yo entiendo a la desigualdad como una diferencia en los ingresos de dos personas. Por ejemplo, si recibo un peso al mes, y el Senadr Petro recibe 100, entonces la desigualdad es abismal. Ahora, él propone atomizar el campo y producir más cosas. Es decir que mucha gente (muchos campesinos con poquita tierra cada uno) va a producir mucha comida (cada uno un poquito, pero como son muchos entonces va a ser bastante). Consecuentemente el precio va a bajar, porque si mucha gente produce comida, entonces el precio de la comida va a ser relativamente más barato –hasta ahí vamos bien-.
El problema se presenta cuando el Senador afirma que va a reducir la desigualdad. Pues bien eso es imposible por ese camino. Si antes se producía una cantidad X de alimentos y ahora se produce 100X entonces los alimentos van a costar menos (dependiendo de la elasticidad-precio de cada producto) de lo que constaban antes, haciendo que los campesinos ahora solo puedan percibir una fracción de lo que antes recibían por su producción. Esto se podría compensar por la cantidad de alimentos que produzca, sin embargo esto estará limitado a la cantidad de tierra, por lo que sólo producirá un poquito.
En caso de que la propuesta del Candidato (del Polo democrático) funcione, entonces ésta va a propender por la desigualdad, porque la gente de las ciudades va a consumir más alimentos por menos precio mientras que los campesinos van a vender lo mismo (cada uno) por el mismo precio.
Después de que Haití se independizara de Francia, Alexandre Pétion (y luego Jean-Pierre Boyer) emprendieron la primera y tal vez la más radical reforma agraria de latinoamérica dividiendo las plantaciones para entregarlas a los esclavos liberados. La reforma fue de tal magnitud que para 1842 ninguna plantación tenía su tamaño original. A mediados del siglo 19 la distribución de tierras existente era casi la misma que la de la actualidad...
...Por razones históricas los patrones de tenencia de la tierra en Haití fueron bastante diferentes de los de otros países de latinoamérica y el caribe. La mayoría de los haitianos tenían su propia tierra.
Fuente: Haití's Land Tenure and Land Policy.
En mi opinión en lugar de realizar una reforma agraria lo que el gobierno debe hacer para disminuir la pobreza rural es facilitar la formación de proyectos agroindustriales, no con un apoyo directo, sino mediante el mejoramiento y la construcción de infraestructura (Colombia presenta un atraso inaceptable en ese campo), además de hacer avances en la disminución de barreras burocráticas. También es imprescindible una restitución de tierras a los campesinos a los que les fue robada su propiedad .
Saludos