No tuve tiempo para hacer un análisis de las propuestas de los diferentes candidatos, así que por lo menos daré mi humilde (y breve) opinión sobre el presidente electo, aclarando que en primera vuelta voté por Germán Vargas Lleras y en segunda voté en blanco.
La verdad es que Juan Manuel Santos me produce bastante desconfianza. Es bien sabido que fue uno de los precursores de la zona de despeje. Él se ha defendido diciendo que "sólo los imbéciles no cambian de opinión" dando a entender que las circunstancias del momento hacían pensar en el éxito de un eventual proceso de paz. Sin embargo para cualquiera es obvio que las posiciones asumidas por Santos han sido producto de conveniencias políticas y no de hondas reflexiones sobre lo que es mejor para el país. Tanto así que en 1997 estaba dispuesto a convocar una asamblea constituyente cediendo así a las pretensiones de las farc sobre el sistema económico, político y social.
Acepto que concluir a partir de eso que Santos buscaría un acercamiento con las farc es exagerado y hasta absurdo, pero sinceramente yo no lo veo tan comprometido con la idea de rechazar tajantemente cualquier proceso de paz con ese grupo, que tenga como "pago" un cambio de las leyes en beneficio de un marco socio-económico más estatista. Curiosamente el primer punto de la carta que le dirigió Santos al expresidente Ernesto Samper en 1997 (ver en el enlace de arriba) decía:
1. En el acto de posesión del nuevo Presidente de la República elegido dentro del calendario electoral vigente, este procedería a integrar un gabinete ministerial de unidad nacional con personalidades de una amplia representación política y social.
¿No ha sido acaso el llamado a "la unidad nacional" un aspecto llamativo del discurso actual del presidente electo?. Curioso.
Para aquellos que creen que Santos representa la continuidad del presidente Uribe les recomiento esta lectura: Santos no será Uribe.
En el aspecto económico, siendo Santos economista y el ministro elegido para esa área Juan Carlos Echeverry, es de esperar que se de una buena gestión, un manejo principalmente "tecnocrático". Su promesa de campaña de no subir impuestos muy probablemente no se va a cumplir, y seguramente tarde o temprano se hará pública alguna propuesta de reforma tributaria.
En otros aspectos hay que esperar, aunque por lo menos con respecto a las altas cortes creo que el trato va a ser más conciliador.
Saludos
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