Robert Zoellick, el presidente del Banco Mundial, propuso ayer de manera sorpresiva regresar al patrón oro para evitar la guerra de divisas, algo que supondría un cambio monumental en la economia global. Al respecto me pareció interesante éste pequeño debate en el Financial Times sobre la viabilidad de tal propuesta: Gold Standard. Si se llegara a aplicar (si se diera el milagro...) no sería como el patrón oro del siglo XIX sino que el oro entraría a formar parte de una canasta de materias primas (plata, petróleo...) que servirían como referencia para las divisas. De todos modos el metal amarillo sería la principal referencia por sus cualidades inigualables.
El principal inconveniente a la hora de implementar un patrón oro 100% es la cantidad limitada de éste metal; sin embargo hay una interesante teoría que podría solventar ese problema la llamada llamada real bills doctrine:
Básicamente, el profesor Fekete sostiene que las promesas de pago giradas contra bienes de consumo presentes altamente líquidos (lo que él llama "capital circulante social") pueden emplearse como medios de pago complementarios al oro sin consecuencias inflacionistas y sin que se genere ciclo económico alguno. Basta con que esas promesas de pago se compensen entre sí para que el valor del dinero no se reduzca y para que no se produzcan rebajas artificiales de los tipos de interés a largo plazo.
Bastante interesante, aunque tengo mis reservas. En todo caso la posibilidad de aplicar nuevamente el patrón oro todavía parece estar muy alejada...
Saludos
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